Garantía Legal y Garantía Comercial: trascendentales en la decisión de compra de vehículos

Garantía Legal y Garantía Comercial: trascendentales en la decisión de compra de vehículos

La venta profesional de vehículos, sean nuevos o de segunda mano, va siempre vinculada a la obligación legal del vendedor de dar garantía. Saber distinguir entre garantía legal y garantía comercial y conocer los beneficios que la garantía comercial aporta sobre la venta, es fundamental para los profesionales del sector de la automoción.

El estudio “HÁBITOS EN LA COMPRA DEL VO Y VO JOVEN” realizado por coches.net y presentado con la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (FACONAUTO) en el “IV Observatorio del VO de la distribución oficial”, confirma que la garantía de un vehículo es para los clientes particulares, la segunda razón de compra, solo por detrás del precio del vehículo en venta.

Frente a dos coches con similares prestaciones, el usuario optará por aquel con mayor garantía comercial. Por ello, los vendedores profesionales emplean la garantía comercial como un elemento potenciador del nivel de confianza que el cliente siente hacia un automóvil que está a punto de comprar.

Garantía comercial, el complemento indispensable para la venta

La garantía comercial nace como complemento a las obligaciones legales de todo vendedor de vehículos, profesional o particular. Su función es la de ampliar las coberturas y/o duración de la garantía legal.  Este contrato de garantía es utilizado por los vendedores de vehículos como una herramienta de gestión de las averías ocurridas durante la postventa.

Garantía legal, la responsabilidad de todo vendedor de coches

La garantía legal es una obligación ineludible que todo vendedor tiene respecto a los coches que venda a clientes particulares. Según los parámetros marcados por la legislación vigente, el vendedor debe hacerse cargo de las averías de origen fortuito y de aquellas cuyo origen sea previo a la entrega del vehículo.

Esta garantía legal debe permanecer activa durante dos años; en este tiempo puede rebajarse hasta un año, siempre que el comprador esté conforme con el cambio, y éste quede reflejado en el contrato de garantía o en el contrato de compraventa del vehículo.

No se puede hablar de garantía legal sin mencionar la carga de prueba. La carga de prueba hace referencia a la persona en la que recae la obligación de demostrar el origen de una determinada avería y, por ende, el responsable de hacerse cargo de ella.

Durante los primeros seis meses desde la entrega del automóvil, la carga de prueba recae en el vendedor, por lo que es él quién debe demostrar que el vehículo se entregó conforme a lo establecido en el contrato. Después de estos seis meses, la responsabilidad recae en el comprador, quien deberá demostrar que el origen de la avería es fortuito o previo a la entrega del vehículo.

Lorena SánchezGarantía Legal y Garantía Comercial: trascendentales en la decisión de compra de vehículos