
Tiberio López Cardona · Responsable Área de Peritación y Talleres en Mobius Group
El departamento de operaciones de Mobius Group es un hervidero. Cuando se gestionan cerca de medio millón de expedientes de reparaciones al año… uno se pregunta a veces “¿qué puede salir mal?” La respuesta, como la pregunta, es bastante ambigua. El equipo cuenta con una tecnología precisa que está constantemente adecuándose a nuestras necesidades; el compromiso y la experiencia de las personas del equipo son altísimos. Así que repito: “¿qué puede salir mal?”
Pero llega el día. El día en el que nos estrellamos con la realidad y comprobamos que, en los procesos de reparación, cualquier cosa puede pasar. Esta es la historia de la reparación de un bello turismo blanco que se convirtió en una odisea. Es la historia de cuando lo normal – que todo salga bien – se convierte en algo excepcional.
Todos los peritos sabíamos que el coche no saldría pronto del taller. Un amable turista, de vacaciones en una de las preciosas islas españolas, tuvo la poca fortuna de detener su marcha, bajar del coche y dejarlo rodar sin freno de mano hasta que una pared lo detuvo… ¡definitivamente! Quedó muy afectada la parte trasera y comenzó la odisea. El turista ileso, menos mal.
La labor de peritaje como era de esperar no fue nada fácil y duró casi un mes. Trabajamos con múltiples errores de referencia de recambios, desmontajes innecesarios y otros que no se realizaron. Intercambiamos consultas con el fabricante sobre referencias que ni él mismo conocía. Hasta cuatro experimentados técnicos participamos en la tasación de daños antes de iniciar la reparación. Y, por supuesto, sabiendo que el propietario del vehículo exigía de forma inmediata su reparación para poder sumarlo de nuevo a su flota. ¡El tiempo es oro!
La fase de reparación no fue menos compleja. Conciliamos estados de enojo y frustración del taller, coordinamos la entrega de recambios, explicamos al propietario en todo momento qué pasaba…. El turismo blanco dormía con los técnicos que nos lo llevábamos a casa preocupados por su gran complejidad.
Hoy aún pensamos que esta reparación se debió a alguna alineación planetaria. Pero lo cierto es que solo la experiencia en la gestión de reparaciones puede reconducir una reparación torcida. Los últimos recambios y planos eléctricos llegaron a tiempo; esto no fue un milagro, sino de nuevo, la pericia de saber tramitar los encargos y de conocer bien a los fabricantes. La planificación del trabajo resultó vital para la correcta ejecución. Finalmente, tras cientos de archivos de información y planos de despieces de todo tipo, dejamos en la campa del cliente el famoso turismo blanco.
Esta odisea nos da la respuesta a la “¿qué puede salir mal?” Pues muchas cosas. Nuestro día a día gestionando puede llegar a complicarse de forma exponencial enriqueciendo y dándole valor a nuestro bello oficio. Y solo la pericia, la experiencia y el compromiso con el objetivo de reducir la inmovilización convierten una odisea en un trabajo cumplido. Eso sí, ese turismo blanco para nosotros ya siempre será modelo ODISEA.