INÉS CARDENAL. DIRECTORA DE COMUNICACIÓN Y ASUNTOS LEGALES · AOP (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE OPERADORES DE PRODUCTOS PETROLÍFEROS)
La movilidad sostenible tiene como meta alcanzar la neutralidad de emisiones en nuestras formas de desplazarnos. Por ello, no tiene sentido restringir las opciones que puedan contribuir a este objetivo. Todas las tecnologías, desde la electrificación hasta el hidrógeno verde, pasando por los ecocombustibles, son necesarias.
La movilidad sostenible es el futuro, de eso no hay duda. Todo el mundo quiere seguir desplazándose de una manera más responsable y respetuosa con nuestro planeta, y por eso, muchas empresas se han puesto a desarrollar opciones que lo posibiliten.
El mes pasado se celebró la Semana Europea de la Movilidad en la que se repasa de qué manera podemos descarbonizar nuestra forma de desplazarnos. Más allá de tendencias, que en grandes ciudades tendrán mucho sentido, como la bicicleta, los patinetes eléctricos, caminar o utilizar el transporte público, el gran reto serán el vehículo privado y las largas distancias.
El problema es que cuando se habla de la movilidad sostenible, solo se menciona una única opción: el coche eléctrico. Si bien es cierto que es una solución de movilidad sostenible para el transporte ligero, no es la única, no siempre es la más eficiente, ni responde a las necesidades de todos los usuarios o sectores.
Estamos convencidos de que solo con la combinación de todas las alternativas se podrán alcanzar los objetivos, mientras hacemos la transición más justa, eficiente e inclusiva.
Además, se está planteando la descarbonización del transporte como una guerra entre tecnologías, cuando estamos convencidos de que solo con la combinación de todas ellas se podrán alcanzar los objetivos, mientras hacemos la transición más justa, eficiente e inclusiva.
La pregunta que muchas personas se hacen es: ¿Qué opciones hay si quiero reducir las emisiones de CO₂ pero no puedo pagar un coche eléctrico o éste no responde a mis necesidades?
La buena noticia es que existen, la mala es que, desde la regulación, no se está apostando en absoluto por ellas. ¿Habéis oído hablar de los ecocombustibles o combustibles renovables? El sector del refino está transformando su industria hacia las cero emisiones netas, no solo descarbonizando sus operaciones industriales, sino también los productos que fabrica. Y en esta segunda parte es en la que los ecocombustibles entran en escena.

Como bien sabrán los lectores, los motores de combustión interna funcionan con hidrocarburos, es decir, con dos elementos químicos básicos: el carbono y el hidrógeno, que hasta ahora se obtenían con el refinado del petróleo para producir los combustibles tradicionales. Para la fabricación de ecocombustibles lo que se está haciendo es cambiar la materia prima –el petróleo– de la que se obtienen esos dos elementos químicos, por otras renovables: residuos, dióxido de carbono capturado de la atmósfera e hidrógeno renovable. En otras palabras, cambia la materia prima, pero el resultado es el mismo: combustible líquido apto para el parque automovilístico actual pero neutro en emisiones de CO2.
¿Por qué los combustibles renovables son neutros en carbono?
La neutralidad de emisiones se consigue cerrando el ciclo del carbono. Su balance de emisiones es cero porque durante su uso se libera el mismo CO2 que previamente se ha absorbido como materia prima empleada en su producción o que se ha capturado de un proceso industrial e, incluso, de la atmósfera.
Asimismo, como explicaba anteriormente, para su producción se utilizan residuos de muy distinto tipo: desde agrarios y forestales, hasta residuos urbanos como, por ejemplo, el aceite de cocina usado.
Entre los ecocombustibles encontramos distintos tipos: los combustibles sintéticos formados, fabricados con hidrógeno renovable y CO2 capturado ya sea de la atmósfera o de procesos industriales; los biocombustibles fabricados con aceites de cocina usados o grasas animales o los biocombustibles avanzados producidos a través de residuos de la agricultura, de la silvicultura, de la industria agroalimentaria o de los residuos sólidos urbanos, etc.
La principal ventaja de estos combustibles renovables es su compatibilidad con el parque automovilístico actual, así como con las infraestructuras de distribución y de suministro. Esto significa que se puede aprovechar la extensa red de estaciones de servicio actual para suministrarlos y que, por tanto, la implementación puede ser inmediata y progresiva.
La principal ventaja de estos combustibles renovables es su compatibilidad con el parque automovilístico actual, así como con las infraestructuras de distribución y de suministro.

Además, la reducción de emisiones de CO₂ de los ecocombustibles es de 800.000 toneladas por cada 1% que se añade a los combustibles. Este dato, teniendo en cuenta que el 99% del parque móvil español lo conforman vehículos diésel o gasolina, nos puede ayudar a dimensionar la contribución que esta tecnología podría tener a la reducción de emisiones, si se apostara por ella en la misma medida en que se apuesta por otras.

No se trata de una guerra entre tecnologías
Hasta ahora, solo hemos hablado de movilidad ligera, pero ¿qué ocurre con los camiones? ¿o los barcos y los aviones? Por el momento, los combustibles renovables son la única tecnología disponible capaz de reducir sus emisiones de CO₂ de forma inmediata, gracias a su densidad energética y a su similitud con los combustibles tradicionales, que los hace compatibles con las flotas actuales.
Caminar hacia una movilidad más sostenible no es un capricho, es una necesidad. Cada vez disponemos de más alternativas de transporte para desplazarnos, no obstante, como señalaba al principio, no todas las alternativas satisfacen las mismas demandas. Es en este punto en el que tenemos que ser conscientes de que solo trabajando unidos podremos alcanzar la neutralidad de emisiones.
Por eso, desde AOP, insistimos en que no hay que plantear este camino como una guerra entre las distintas tecnologías disponibles, porque, además, quienes más pierden bajo este planteamiento, son los usuarios. Unas tecnologías complementan a otras. Habrá quienes prefieran un vehículo eléctrico para sus desplazamientos urbanos, habrá quienes tengan la suerte de tener el trabajo cerca y puedan ir andando, en bicicleta o en patinete eléctrico, y también habrá quien tenga que recorrer largas distancias diariamente y necesite un vehículo con una elevada autonomía y opte por un vehículo con motor de combustión interna propulsado por ecocombustibles. Lo importante es que existan diferentes opciones sostenibles de movilidad que hagan más fácil la transición energética.
Fuente: Inés Cardenal AOP. Redacción: Inés Cardenal